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| La obra de Ramón Almela ha transitado desde lo académico hasta las propuestas alternativas y experimentales fundadas en el profundo conocimiento de las artes que él tiene. Esto le autoriza violentar las normas para lograr mostrarnos su pensamiento y expresar las ideas definitivamente reveladoras y contrastantes de la condición humana. Para ello, Almela, ha tenido que recurrir a modelos nuevos, a técnicas innovadoras, a un estilo ecléctico que lo mismo rompe con la bidimensionalidad o conjuga audazmente la literatura con las artes visuales a través de su poético-grafía. Ramón Almela estructura su obra colocando elementos diversos al mismo tiempo que éstos representan, a su vez, una idea que al conjuntarse en su totalidad forman un concepto, el concepto que Almela desea compartir, y para lograr definir ese mundo inexpugnable que nos comparte, no se limita ni a conceptos ni a técnicas: Lo abarca todo. Su búsqueda tiene hallazgos precisamente por lograr un equilibrio entre la idea y el sentimiento; su obra pudiera parecer fría pero existe siempre un elemento que conecta lo conceptual de su creación con la condición humana desentrañando algún sentimiento oculto en el espectador. Esto es muy claro en su insistencia estética por el espacio vacío, por el abandono de las formas, por la ruptura de éstas que no ocupan su dimensión original. El trabajo artístico de Ramón Almela inicia en 1977, desde entonces su labor se ha centrado en la búsqueda de una definición propia cuyos resultados veremos en unos momentos más, y constataremos lo valiosa que es su obra en conceptos y técnicas de su obra para la cual tenemos que abrir caminos de percepción, violentar nuestra manera de apreciar las artes visuales para adentrarnos en el mundo de nuestro artista. De la Academia a la Pictotridimensión, es un resumen y al mismo tiempo una bitácora estética de la trayectoria de Ramón Almela. |
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